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¿PORQUE NO SE OBTIENE RESULTADOS OPTIMOS EN FISIOTERAPIA?

 Es frecuente encontrarse casos en los que lo primero que te comentan es un «Me he visitado con más de 10 especialistas (sean fisioterapeutas u Osteópatas) y ninguno me ha dado solución”, seguido de un «quiero que me lo quites rapidito que tengo que seguir entrenando». Estos casos abren un mar de dudas al terapeuta pero la más obvia es la más importante:

Que ha fallado? En algunos casos es debido a la mala praxis, otros por un mal diagnóstico y en la mayoría de casos es por un incumplimiento de las prescripciones profesionales.

Las dos primeras son fáciles de evitar, los «bueno, bonito y barato», no siempre son buenos. De hecho, puede salir muy caro. Lo segundo va de la mano del compromiso terapeuta-paciente:

1-«Anulo la visita porque marcho de vacaciones y si eso ya lo retomaremos a la vuelta».

2-«Ya me encuentro mejor, anúlame todo lo programado». la programación de las visitas va acorde con la recuperación total o casi total de la lesión, no con la desaparición de los síntomas. Que no duela no quiere decir que esté bien.

3-«No he podido hacer los ejercicios porque: me da pereza, se me han olvidado, no tengo tiempo, tengo cosas más importantes que hacer, ya me encuentro mejor, los hice un día y no noté mejoría…»

El Tercer ejemplo es muy importante. Cuando un profesional prescribe una serie de sesiones, es lo que él considera necesario para empezar a encontrar un equilibrio o mejoría. Si no se cumplen, lo más seguro es que nos quedemos a medio camino. Si pasadas las visitas programadas no hay mejoría, debemos valorar el 3er ejemplo antes citado y si aún así no mejora, buscar otra solución (sea darle otro enfoque o buscar otra especialidad).

Si todos ponemos de nuestra parte, la solución está más cerca.

Concluyo con un ejemplo que suelo comentar y que me encanta:

Nuestro cuerpo es como un coche. Dependiendo de la genética que tengamos, podemos ser un Ferrari o un Daihatsu. Eso nos tiene que servir para saber donde están nuestros límites, no podemos pretender correr profesionalmente con un Daihatsu y un Ferrari encerrado todo el día en casa es un desperdicio. Sabiendo esto, en función del carburante que le pongamos (mejor o peor alimentación), de lo revolucionado que lo llevemos (más o menos actividad física) y de los mantenimientos que le hagamos, dependerá la calidad de vida que tenga y su longevidad. Lo único malo… es que nosotros no tenemos recambios.